Este cuento, Toda clase de pieles, es un cuento de transmisión oral recogido por los hermanos Grimm cuya historia es la siguiente:
Un rey y una reina que viven felizmente casados. Ésta es la mujer más bella del reino. El único problema del matrimonio es la falta de herederos. Cuando al fin la reina se queda embarazada y da a luz a una niña, sufre hemorragias que le llegan a quitar la vida. Antes de morir, le pone como condición a su marido para poder volverse a casar y así tener descendientes varones que le sucedan en el trono, que lo haga con una mujer que sea más bella que ella.
Tras años y años de búsqueda sin éxito, el rey se da cuenta de que la única mujer del mundo aún más guapa que su difunta esposa es su única hija, por lo que le propone matrimonio. Ésta, pensando que así nunca llegaría a casarse con su padre, le pone como condición que le consiga tres vestidos: uno de oro, otro de plata y otro de diamantes y un abrigo como toda clase de pieles de todos los animales del mundo.
Cuando los tiene en su poder y ve que su boda ya es un hecho irremediable huye de su padre y de su reino. Se esconde como un animal en el bosque, ocultando su identidad. Tras meses de soledad, un cazador la lleva como cocinera para servir a los reyes de un reino diferente al suyo. Allí seduce de una manera peculiar y se enamora del príncipe del reino y éste de ella, aún desconociendo su identidad.
A diferencia de la mayoría de los cuentos de los hermanos Grimm, éste sí que tiene un final feliz, en el que reina el amor.
Trabajo individual del Bloque II:
Extraer del cuento: “Toda clase de pieles” los aspectos psicológicos y los pedagógicos, siendo los primeros las señas de evolución de la protagonista desde la infancia hasta la edad adulta, es decir, los rasgos que muestran su viaje iniciático, y los segundos las enseñanzas para la vida que se extraen del cuento.
Como ya sabemos, en la mayoría de los cuentos folclóricos aparece un viaje iniciático por parte del protagonista, en este caso, de la protagonista, que se caracteriza por ser una serie de pruebas que hay que superar para demostrar que se vale para algo y así entrar en la vida adulta. Digamos que es el paso de la infancia a la edad adulta.
Pues bien, en este cuento de los hermanos Grimm, este paso de la infancia hasta la edad adulta, este viaje iniciático, empieza desde que el padre de la princesa consigue que le hagan los tres vestidos a su hija: el tan dorado como el sol, el tan plateado como la luna y el tan brillante como las estrellas, así como, el abrigo con toda clase de pieles. Es decir, desde que la niña tiene en su poder los tres vestidos y el abrigo que quería, hasta que al fin usa los tres vestidos para seducir al hombre que ama.
Es entre estos dos momentos cumbres de la historia cuando la niña empieza a madurar, ya que desde que tiene los vestidos hasta que los usa, se suceden una serie de pruebas que la princesa tiene que superar para incorporarse en la vida adulta:
- Huir de su padre, de su palacio, de su reino, de su entorno y de sus lujos, como también hace Blancanieves, y refugiarse en el bosque. Aguantando penurias, escondiéndose de los peligros de la vida y consiguiendo sobrevivir con, prácticamente, nada.
- Trabajar bajo las órdenes de otros: del cocinero, de los reyes y del príncipe del reino y del resto de la corte.
- Aprender a vivir como gente de su diferente estatus social, es decir, como una sirvienta más, tal y como el cocinero del palacio, que vive para satisfacer las necesidades de sus superiores.
- Aprender a realizar las tareas que le corresponden a las mujeres adultas: cocinar, lavar la ropa, fregar, planchar... Es decir, lo que nunca había hecho ni hubiera hecho si hubiera seguido en su palacio.
Y es que, probablemente, como ocurre en otros cuentos folclóricos, si la princesa protagonista de este cuento no hubiera tenido que huir de su padre, ésta hubiera sido una mujer caprichosa, que lo tiene todo y superior al resto de personas que la rodeasen. De esta forma, y ocurriendo lo que ocurrió, la princesa es una chica humilde que aprende a vivir como el resto de personas, haciendo tareas como el resto de mortales. Recordemos, tal y como vimos en clase, que los viajes iniciáticos muestran lo bueno que tienen las personas.
El fin del viaje iniciático de la princesa, o su llegada a la madurez, se representa cuando ésta se pone los vestidos que su padre había mandado a confeccionar para seducir al hombre del que se estaba enamorando, así como, cuando ya ha aprendido a hacer las tareas de una mujer adulta, tales como preparar la comida de su marido, o cuando se deshace de las joyitas de oro de su difunta madre: la rueca de hilar, la devanadera, y por último, el anillo de compromiso de su antecesora, para dárselas a su enamorado como signo de su amor hacia él.
El abrigo de toda clase de pieles con el que está durante la mayoría de la historia, ese que está confeccionado bajo la orden del rey y hecho con un trocito de piel de cada uno de los animales que existen en el mundo, acompaña a la protagonista a lo largo de todo su viaje iniciático, es un símbolo de su evolución, ya que se lo pone cuando está llegando al fin su infancia y no se lo quita hasta que es prácticamente una mujer. Pues recordemos, que el cuento termina cuando el príncipe, estando los dos en la habitación de éste y después de terminarse el plato de sopa que ella misma le hace, le quita a la princesa su abrigo de toda clase de pieles. Esto muestra que ya está preparada para ser una mujer. Sí es cierto que en tres ocasiones se quita su enorme abrigo, en las tres noches de baile ante el príncipe, lo que simboliza que por aquel entonces, ya estaba casi completamente adentrada en la vida adulta y preparada para cubrir las obligaciones de ser mujer.
Hasta aquí, los aspectos psicológicos del cuento, a continuación los pedagógicos. Las enseñanzas, que no moralejas, que podemos extraer de este cuento son varias.
Una de ellas que cuando pones condiciones a alguien y éste las supera, tienes que cumplir tu palabra. En este caso, la protagonista sale bien parada, aunque en un principio lo pasa mal. Para entendernos: la princesa, que por mucho que quiera a su padre ni se le pasa por la cabeza llegar a casarse con él, con su antecesor, pensando que lo que pedía era imposible y así tendría una escusa para no casarse con él, le pide los tres vestidos y el abrigo. Éste se los consigue. Ella al tenerlos no cumple su palabra, pues no se casa con él, sin embargo, finalmente consigue ser feliz con su enamorado, pero hasta que consigue llegar hasta él, no creo que lo pasara del todo bien: mal viviendo en el bosque con nada y refugiándose de cualquier peligro que acechara como si fuera un animal.
Otra enseñanza que podríamos extraer es una dosis de optimismo: que aunque las cosas te vayan mal en la vida, finalmente conseguirás éxito personal siempre que arriesgues. Y es que tal y como aparece en el cuento, al principio cuando la princesa huye de su padre sufre calamidades al estar en el bosque, pero finalmente, consigue enamorarse de un hombre que la quiere y así ser feliz.
Otra enseñanza más que podríamos extraer es que deberíamos conocer más y relacionarnos con personas que, en esencia y no a simple vista, no son tan diferentes a nosotros. El cocinero de palacio, al igual que el cazador que la rescata del campo, funcionan como las hadas madrinas de la princesa, pues son estos los que salvan o bien ayudan a algo a la adolescente. Además, como ya he dicho, si la protagonista del cuento no hubiera tenido que huir de sus lujos, probablemente, nunca se hubiera relacionado con gente de diferente clase social a la suya, ni hubiera hecho lo que ha hecho en palacio para nadie.
Por último decir que, como en el resto de cuentos folclóricos, tal y como descubrió Vladimir Propp, se repite la misma estructura:
- Alguien que no ha tenido una vida fácil que finalmente consigue lo que quiere y que nunca ha tenido.
- Alguien que ha tenido una vida con facilidades que pierde todo y lo tiene que recuperar con esfuerzo.
En este caso, se da la segunda opción: la princesa pasa de tener una vida de lujo en un palacio con sirvientes bajo sus órdenes a ser ella la sirvienta, la que está condiciones inferiores y bajo las órdenes de otros. Aunque no se dice en el cuento, supongo que la princesa se casa con el príncipe, son muy felices y viven en un palacio (recupera su estatus) rodeados de personas para servirles. También me imagino, que gracias a su experiencia como sirvienta, siendo ella la reina de aquel reino que cuenta con sirvientes los trataría con respecto y educación, a diferencia, lo más seguro, si ella no hubiera estado en la misma situación que estos.
Bien.
ResponderEliminarEn esencia, el tiempo de su infancia termina cuando su padre le dice que se tiene que casar con él. La primera prueba es retrasar el voluntad de su padre pidiéndole los tres vestidos y, más tarde, un abrigo. Aún son estrategias débiles, como de una niña que no conoce las ventajas de tener dinero y poder... pero ya está comenzando su viaje iniciático.
Otra cosa que debes tratar más despacio es cómo consigue el amor del príncipe. Es otra estrategia, ya mucho más elaborada, de conseguir sus deseos. Es evidente que ya es una mujer y que, si le hubiese dado la gana, no se habría casado nunca.
Cada vestido, igual que cada objeto que usa, tiene su sentido y su significado. El abrigo, como tú apuntas, significa la protección que todos necesitamos y que ella ha perdido al dejar su casa.
El matrimonio es el momento justo en que se marcha el paso de la adolescencia a la vida adulta.
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