Mamá, ¿de qué color son los besos? De Elisenda Queralt.
En este cuento dulce, una mamá explica a su niño que los besos pueden ser de muchos colores: naranjas por la mañana, cargados de vitaminas y vitalidad, o verdes como la música, o amarillos llenos de luz y de sol... y... ¿cómo serán por las noches?
Enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=2UhKgOLyad0
Eran pasadas las nueve cuando, como cada noche, Pablo se deslizó en la cama de su madre y se acurrucó a su lado. !Cómo disfrutaba de aquel calor tan familiar y a la vez tan especial! La miró de reojo y le preguntó: - Mamá, ¿de qué color son los besos? - ¿Los besos? Vaya..., pues... los besos pueden tener muchas formas y colores. En realidad, cambian de color según lo que nos quieren decir. - Algunos besos, hijo mío, son pequeños, ruidosos, divertidos y muy, muy bromistas. Son de un rojo brillante como... ¡cómo las cerezas! Y nos dicen: "Te quiero por tu alegría, frescor y vitalidad". - Ah, ¿como las cerezas que nos ponemos en las orejas como si fueran pendientes? - dijo Pablo. - ¡Eso es! -También hay momentos, hijo mío, en los que los besos son jugosos y están llenos de vitaminas de color naranja. Son los que nos aprietan fuerte y dicen:"Buenos días, es hora de levantarse". -¡Ya los conozco! - le interrumpió Pablo -. Son los que me das cuando me dices:"Te voy a comer a besos", ¿verdad, mamá? - Los mismos. - ¿Y de color amarillo, mamá? ¿Existen besos de color amarillo? - ¡Pues claro! Los días en que los besos son cálidos e intensos, su color amarillo brilla como el sol. Es cuando nos dicen cuánto les gusta nuestro cariño y compañía. - ¡Ah, sí! Y nos regalan abrazos y caricias... Ésos me gustan mucho, mamá - dijo Pablo. Mamá, ¿y los que hacen cosquillas en la oreja, en las mejillas y en el cuello? ¿Ésos de qué color son? - Pues esos... esos... Esos son los que se mueven al ritmo de la música y son de color verde luminoso como los campos y los bosques cuando sopla el viento. A los besitos verdes les encanta la vida y les gusta ver respirar y crecer a los seres queridos. La madre, viendo que a Pablo se le cerraban los ojos, bajó la voz y continuó: - A veces, en cambio, los besos son largos y tranquilos, de un azul suave y esponjoso como el cielo. Son los que nos explican que su amor es profundo, sin límites, un amor tan grande que, mires donde mires, parece que nunca se acaba. - ¿Y pueden llegar hasta la luna? -preguntó Pablo. - Seguro que sí - le contestó la madre. - ¿Y sabes? Muchas veces los besos son de un color lila oscuro y misterioso. Son los besos que nos consuelan cuando estamos tristes o confundidos o no sabemos qué hacer o adónde ir y nos dicen: "No te preocupes, que yo estaré siempre a tu lado". Pablo, haciendo un esfuerzo por no cerrar los ojos, exclamó: -¡Mamá, los besos son de los colores del Arco Iris! La madre lo miró, sonrió y le besó en la frente. Con un hilo de voz, Pablo volvió a preguntar: -¿Y éste, mamá? ¿De qué color era este beso? La madre le susurró a la oreja: -Éste, hijo mío, era un beso de "buenas noches", blanco como la nieve y te quería expresar cómo me gusta el silencio, la paz y la tranquilidad que siento a tu lado. ¿Y sabes cómo nació el color blanco, Pablo? De un beso que se dieron todos los colores del Arco Iris. |
¡Yo puse el vídeo en mi blog hace unos días! :)
ResponderEliminar¡Ya lo vi! De vez en cuando te cotilleo tu blog... Me parece un cuento narrado perfecto para utilizarlo, sobre todo, en el 1º ciclo de infantil, antes de la siesta...
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